EL NIÑO PERDIDO

   Que suene ese cantarito,
la zambomba, la guitarra,
y ese voz que se desgarra
que la rompa el villancico.
   Que canten los guitarrones,
que ria la pandereta,
y esa alma casi muerta
que resucite en canciones.
   Que corra el cava y el vino
mientras pasan los turrones,
que se abran los corazones
y den tregua al desatino.
   Que dicen que es Navidad,
que Dios a bajado al mundo
niño, pobre y vagabundo
para abrir sendas de paz.
   A cantar mundo, a cantar,
que con alabanza plena
buscará esta noche buena
donde lo pueda encontrar.
   Bajaré hasta el arrabal
y buscaré entre esos niños
que rotos y sin cariño
duermen en el arenal.
   Iré esa tierra africana
donde a la luz de la luna
hay niños sin Dios ni cuna
en un hoy sin un mañana.
   O a la sudaricana
donde los niños del barro
tiran sin fuerza del carro
para abrir una ventana.
   Dime niño ¿dónde estás?
mira que soy peregrino
que está acabando el camino
y no sé por dónde vas.
   ¿Acaso estás en Oriente
donde el odio y la metralla
van poniendo por muralla
rios de sangre caliente?
   ¿Eres ese niño ausente
de inexpresiva mirada
que confunde la alborada
con el fuego del poniente?
   ¿Ese niño confundido
que malherido agoniza
junto a la madre enfermiza
seca de llanto y olvido?
   ¿O quizás  de todos ellos
guardas su alma dorada
para hacer una alborada
con más hermosos destellos?
   ¿Dónde estás, niño perdido?
Mira que este viejo mundo
marcha roto y nauseabundo
por camino confundido.
   ¿Donde estás, Divinidad?
¡Desde que humilde regazo
unirás en un abrazo
a toda la humanidad?
   ¡Oh Dios! Mándame otro viento
que disuelva la tiniebla
que mi esperanza ya tiembla
igual que mi sentimiento.
   Levanta otra vez tu mano
que enciende una nueva estrella,
pero más grande que aquella
que se apagó tan temprano.
   Quiero que marque caminos
hasta el niñoDios humano,
para cojer de su mano
la paz de nuestros destinos.
    Que ilumine el caminar
de esos oscuros rincones
donde muchos corazones
nunca aprendieron a andar.
   Pon tu estrella en su cantar
que quiero cantar con ellos
y siguiendo sus destellos
llegar unidos al mar.

             Nicanor López

¡FELICES FIESTAS!