25.12.16

AL DIVINO NIÑO




La revolución nos llegó con tu sonrisa;
por nuestros corazones avanza sin prisa.
Como el agua blanda lima la piedra
así tu amor suaviza nuestra dureza.
Tus brazos están alzados y abiertos.
Mas no por ira o por temor
que tú sólo te rindes por amor.

Tus vivos ojos nos traspasan el alma,
y en tu mirada recobramos la calma.
De malpensar nos libra tu limpia frente
Y nos devuelve la quietud de la mente.
Tu rosa túnica recuerda la fragancia
de esa patria de todos que es la infancia

Yo reinaré ─ dices al Mundo
que a ti se opone furibundo.
─ Yo reinaré ─ le dijiste al Malo
cuando rechazaste su regalo.
─ Yo reinaré ─ susurras a la carne maltratada
que por ti espera ser sanada.

Tú, el más digno de alabanza,
ya reinas en nuestra esperanza.
Reinas ya en los que te queremos,
aunque a veces de ti nos olvidemos.
Tú reinarás en un mundo para todos;
Tú reinarás de todos modos.
Tú reinarás cuando se avergüence el altivo;
Tú reinarás cuando liberemos al cautivo.
Tú reinarás cuando caiga el fuerte;
Tú reinarás venciendo la muerte.
Tú reinarás confundiendo al mentiroso;
Tú reinarás equivocando al tramposo.
Y contigo reinaremos también,
Y será como volver
a Jerusalén,
a Belén… al Edén
Amén, amén y amén.

                                        Aleix Diz



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