26.8.14

SANT JORDI



Quan vegis regalà un llibre
i al costat tingui una flor,
pensa que existeix un poble
on un dia regala tothom.

És diada de Sant Jordi
de primavera i de flors
de petons i de senyera
de cultura i escriptors.

Es passeja mirant llibres
es tria la millor flor,
la gent es fa més sensible,
i batega més el cor.

Si ets de fora no te'l perdis
mai has vist res de millor,
cultura i flors barrejades,
enveja de tot el món.

                     Josep Mª





RECORDANDO UNA LEYENDA




La vila de Montblanc
un rey tenía una vez,
también un dragón colosal
que debía mantener.
Era del dragón sustento
varios días al año, un caballo,
una vaca o un cordero,
hasta que éstos se acabaron
con el transcurrir del tiempo.
Entonces decidió el pueblo,
que a partir de aquí, un humano fuera
y siempre mediante sorteo
quien de alimento sirviera.
A la princesa aquel sorteo tocó
y el rey la dejó ir
por no enfurecer al pueblo,
con un inmenso dolor.
Montando un caballo blanco,
(cuando sus fauces ya abría
aquel temido animal),
de pronto apareció un doncel
(Sant Jordi, aseguran era)
que con espada en la mano
y de un golpe muy certero
logró a la fiera vencer.
De la sangre caída allí
dicen que brotó un rosal,
que florece puntual
el día veintitrés de abril.
Cataluña entera
recordando esta leyenda,
para ofrecer a la amada
de rosas rojas se llena,
esa flor tan delicada
que nos perfuma el ambiente,
y al mundo entero le enseña
que esta tierra…es una nación diferente. 

                               Ángela Bueso 



UN CAMINO EQUIVOCADO





 

  ¡Que cargadas de silencio
vienen las horas que pasan
y van dejando en el tiempo
sus horas amontonadas! 
  ¡Cuánto silencio en las horas!
¡Cuánto silencio en la estancia!
¡Cuánto silencio en los pasos!
¡Que silencio en las miradas! 

  ¡Cuánto silencio en los ojos
de esa mujer solitaria
que deja pasar el tiempo
como si no la importara! 
  Mas, hoy, veintitrés de abril,
fiesta de flores y hazañas,
hay libros para los hombres
y rosas para las damas. 

  Ella, no quiere mas flor
que la que tiene guardada
en una cajita de oro
con un corazón de nácar. 
  Una caja que ella abrió
apenas entró en la sala
y que besa con unción,
como si fuera sagrada. 

  En ella duerme una rosa
tan marchita y arrugada,
como sus dedos de lirio
y su carita lunada. 
  Mas, ¿por qué besará esa rosa
tan antigua y oxidada?,
porque la duele el recuerdo
que está gritando en su alma.

  Porque esa rosa no es solo
una flor de madrugada
que termina cualquier tarde
en cualquier mesa olvidada. 
  Esa rosa es mucho más,
ella es la primera alhaja
del primer y único amor
siendo niña enamorada. 

  Un amor que se perdió
como se pierde la llama
de una vela que se enciende
cuando el viento no está en calma. 
  Mas, esa llama perdida,
aun le abrasa las entrañas,
por eso lleva esa rosa
celosamente guardada. 

  ¡Cuánto la grita el recuerdo!,
pero, que digna es su calma,
por eso siente unos pasos
que ya han roto una distancia. 
  Alza su rostro cansado
y se convierte en estatua
al reconocer el libro
del hombre que la observaba. 

  Es un libro viejo, antiguo,
cual su rosa vieja y sacra,
que siendo nuevo compró
y fue regalado al alba. 
  Ahora recuerda los ojos
que tanto la acariciaran,
el, tampoco la olvidó,
se lo nota en la mirada. 

 ¡Aún la mira con calor,
vuelve a resurgir la brasa,
se rompió la soledad
tras la senda equivocada. 
 La rosa vuelve al color
por dos lágrimas regada
y el libro de vuelve a abrir
esta vez, para abrazarla. 

  El silencio del asilo
se ha convertido en balada,
pues están cantando a coro
dos manos entrelazadas. 
  Hoy, es veintitrés de abril;
San Jordi alegre cabalga
sobre un caballo de nubes
con los estribos de plata
y dos llamas sobrepuestas
en la punta de su lanza.



                           Nicanor López





LA ROSA ABSENT






Avui dia de Sant Jordi jo  me’n  enyoro de la rosa,
rosa que ell em regalava  una rosa sempre roja.
Quants anys jo la vaig lluir ufanosa pels carrers.
Quants anys la vaig contemplar tan bonica en el pitxer
Perquè quan la vida passa la rutina ens va guanyant
I ja no ens diem  “T’estimo” com ens dèiem temps  abans.
Per Sant Jordi era el moment de revifar la passió
amb aquesta rosa roja que és  símbol d’estimació.

La rosa deia
“ Encara t’estimo, tant o més que en temps passats.
I per mi ets la més bonica amb el teu rostre cansat
per els temps i les fatigues que tots dos em viscut junts
i encara encenen guspires quan em miren els teus ulls.
I desitjo acaronar-te i compartir les il·lusions
I quan em besen els teus llavis no envejo a ningú del món ”

Però la vida, gelosa, ens va separar a tots dos
I amb la seva absència la rosa és tan sol record…
Quan avui veig parelles passejant el seu amor,
Jo no les miro amb enveja, però les miro amb enyor.

Avui ja no tinc la rosa,  però em queda el seu record.



                                                       Glòria