El aire mueve las hojas
de los árboles callados.
Los admiro. Extrañado.
Oh, mi camisa, mi pelo…,
son también acariciados!
Envueltos en el mismo viento
somos un todo integrado.
El campo guarda silencio.
El tiempo pasa callado.
Son melodías de pájaros
los que me despiertan presto.
Vuelvo a la realidad:
“Hoy volaré con ellos
más allá del firmamento”
Respiro suave, muy hondo.
Mi cuerpo ya no lo siento.
Me quedé fuera, ignorando
que mi “YO” estaba dentro.
Joan Linares
No hay comentarios:
Publicar un comentario