Arrastraré la tristeza por las calles
como una pesada bolsa vieja.
De regreso vaciaré el contenido
y lo ordenaré todo a mi manera:
Para que se mantenga fresco,
el dolor en la nevera.
el dolor en la nevera.
La pena y la melancolia
en el cajón de la derecha
en el cajón de la derecha
Coceré a fuego lento las ofensas
por ver si puedo tragarlas
cuando estén más tiernas.
Las lágrimas en la botella de zumo
reciclada del fondo de la alacena.
reciclada del fondo de la alacena.
En la mesilla mi último y desastroso amor
dentro del libro aun no escrito de poemas.
Doblaré la bolsa en pliegues cuidadosos
y la dejaré junto a las llaves y la cartera,
para usarla cuando decida volver a pasear
al sol, arrastrando mi pena.
Glòria
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