11.2.14

EL RUISEÑOR





De niño se creyó
que era un ruiseñor
cantando cómo un ángel
y vistiendo plumas de algodón.

Que volaba de rama en rama
enamorando a todas las damas
se miraba cada día en el espejo
mientras realizaba sus sueños.

Más llegó a la edad adulta
despertando a la cruda realidad
que ni era un ruiseñor
ni tan si quiera sabia volar.

Se enamoró de una niña
de su clase en la escuela
ella pasaba por su lado
sin mirarlo tan siquiera.

No era muy alto
ni rubio, ni de ojos azules
más bien uno del montón
siendo apartado de un empujón.

Las chicas que le gustaban
él no les gustaba a ellas
y si alguna lo miraba
su corazón no sentía nada.

Pasaron varios años
que cruel  realidad la suya
se veía un solterón
viejo y llevando un bastón.
No tenía ningún aliciente
ya la vida para él
más el destino quiso
que se encontrasen los dos.

Se miraron a los ojos
ella lo vio cómo un ruiseñor
de canto hermoso y plumas de color
y un día radiante de sol.

En una ermita, un sacerdote
para siempre los unió
y formaron su nido de amor
la princesa y el ruiseñor.

La vida da vueltas y vueltas
y cuando uno menos se lo espera
el amor llama a tú puerta
enamorándose de ti, una princesa.

Que cómo en un cuento de amor
fueron felices los dos
atravesando el espejo
siendo para siempre un ruiseñor.
  



                          Paco Pascual

   

No hay comentarios:

Publicar un comentario