¿Por qué
preguntas, amor,
si aun estoy
enamorado,
cuando sabes que
es pecado
que el rosal no
ame si flor?
¿Acaso cuando el
dolor
arruga tu blanca
frente,
no es mi alma la
que siente
su amargo y negro
sabor?
¿Por qué dudas
vida mía,
si la luna es tu testigo
que cuando no
estás conmigo
muero de
melancolía?
Si aunque no haya
muerto el día
juntos hallamos
el alba,
no dudes que está
mi alma
llena de amor
todavía.
Quizá falte en tu
razón
algún musical “Te
quiero”
pero el amor si
es sincero
no pregona su pasión,
se da con el
corazón,
y el mío ya es
tuyo entero.
Por eso no soy
viajero
que siga su propia senda,
ya que tu vida es
mi hacienda,
tu camino es mi
sendero.
Y si le pongo a
tu andar
toda mi alma de
alfombra,
que quiero que ni
tu sombra
toque piedra al
caminar.
que quiero llegar al mar
que quiero llegar al mar
abrazado a tu
cintura
sin dejar nube ni
altura
que no podamos
volar.
Ya ves, soy como
el sauce viejo,
que amando tanto
a la tierra
hasta sus ramas
entierra
haciendo eterno
el cortejo.
El tiempo ya dejó
lejos
aquel amor
desbocado,
pero hoy lo
tienes doblado
de mi alma en sus
espejos.
Ya ves como no ha
arrancado
el tiempo mi
sentimiento,
como nunca
arranca el viento
el rosal que ha
deshojado.
Si en mi amor
nunca has hallado
ninguna puerta al dolor,
porque preguntas,
amor,
si aun estoy
enamorado.
Nicanor López
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