Caminante, si al andar
hallaras roto el camino,
aunque te pese el destino
no dejes de caminar.
Tu camino llega al mar,
salta, cómete el espino,
pero sigue, peregrino,
porque tu meta es llegar.
Deja limpio tu sendero
que vienen más peregrinos
buscando sendas de paz.
Y tú que vas el primero
puedes sembrar sus caminos
con flores de libertad.
Nicanor López
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