Sol de primavera vestía los
parques
y las parejas cantaban su amor.
Se abrazaban, discutían,
pero siempre eran dos.
En horas eternas se explican
amarguras.
Hablan de ilusiones con inocente
candor.
Lágrimas vertidas en el hombro
amado,
sentimientos que aúnan
las pasiones y el perdón.
Ventana de labios frescos.
Geránios rojos que miran al sol.
Temblores de tus carnes prietas
que brotan como una flor.
No se distinguen edades
bajo el hechizo del sol.
Unos, jóvenes nacientes,
otros, con el mismo ardor,
viejos, carrozas, acabados,
se encienden en el amor.
Algo ha latido en el parque:
En las gradas, las parejas.
En el estanque , gaviotas.
En los parterres, las flores.
En el árbol, el gorrión.
Es el arrullo del tiempo
en los días de calor.
Paseando entre columnas y
cascadas
voy yo.
Mendigante del amor perdido.
Testigo de mi dolor.
Flores en el campo nacen,
amapolas por doquier.
La primavera me inunda
Como si fuera otro ser.
Joan Linares
Acuarela: Joshemari Larrañaga
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